Pigmentos hechos de sentimientos.
Ausane es sentimiento puro, porque vive en cada una de sus obras, impregnando su corazón y evocando un contagioso sentir.
La pintora no se conforma, vive su arte y le confiere un sentir propio, que contagia al observador. Ausane, el arte de transmitir indiviso, lo transfiere a su abstracto. Percibimos su fortaleza interior en la vigorosidad que confiere a cada una de sus pinturas.
Enérgicos trazos en constante movimiento, relieves imposibles, una paleta multicromática propia… son muestra de su realidad abstracta. Su inconformismo da lugar a un vuelco constante de sus sensibilidades.
Alegría, melancolía, libertad, paz, fortalezas, debilidades, amor, enfado… son algunas de las muchas sensibilidades ausanísticas, dominadas por la naturaleza, pero no tal y como la conocemos, si no la naturaleza creada por Ausane: fantasiosa, mágica, abstracta y surrealista. Una naturaleza que expresa su propio sentir, y que nos embarca en infinitos viajes hacia sus misteriosas profundidades por descubrir.

Ausane, el arte de transmitir
La dificultad de transmitir creando abstracto es máxima, por ello Ausane lo convierte en arte.
Cada observador, verá un Ausane de distinta manera, por ello se contagiará de un sentir distinto, pero incluso cada vez que vuelva a observarlo. Y cuanto más profundice en su observación, más percibirá y más experimentará…
Dejando nuestra mente, nuestro corazón y nuestra imaginación volar por un Ausane conseguiremos llegar a la artista y comprender su arte.