Aurora Boreal
Ausane capta la esencia del fenómeno de la Aurora Boreal, en el frenético movimiento que crea en su obra.
Superposiciones de colores y volúmenes de las formas, con los que juega en perspectiva, son principales responsables de ese torbellino de fuerte energía. Bandas y rayos de luz blanquecinos moviéndose con rapidez de horizonte a horizonte. Formas de arcos y espirales, que siguen el campo magnético de la Tierra, perdurando en el cielo ausanístico.
La fusión de color late permanente en esta composición.
Sobre los tonos verdes y amarillos, que se tornan azulado oscuro en algunas zonas, se dibuja el cielo ausanístico, como fondo que enmarca la Aurora Boreal, representada en su fogosidad con los fuertes tintes rojizos púrpura, malvas y violetas centrales.
Salpicaduras en forma de gotas recorren la escena central de la obra, dotándola de originalidad y magia, perpetuando su vida sobre el lienzo.
Una Aurora Boreal infinita…
Quedamos atrapados en esta mágica Aurora Boreal, con la que la artista Ausane, efectúa nuevamente una abstracción de la realidad de un fenómeno natural, cuya belleza, sin duda, es única e inigualable para el ojo humano.
Arrecife de Algas Coralinas
Cálidos tonos violetas, envuelven este Arrecife de Algas Coralinas, junto a la diversidad de la flora marina, en una armónica sinfonía.
Nuevamente los relieves y las texturas toman protagonismo, teñidos de suaves cromatismos. Bajo ellos, el océano marino vestido de fuertes azulados, se vislumbra tímidamente en segundo plano.
La luz predominante, por acción de las transparentes y espumosas olas sobre el Arrecife, es fuerte protagonista de este Ausane. Muestra una fantasiosa escena de las profundidades marinas, que emerge cálidamente rodada de delicados violetas, sin perder la fortaleza que su propia naturaleza.
Fantasía Floral
«Fantasía Floral», es un nuevo mundo ausanístico de magia, donde todo lo que imaginemos es posible. Sobre un fondo de violetas, un estanque, en constante movimiento, gracias a los trabajados relieves de menor tonalidad. Nadan siluetas, flores, nenúfares, en tonos blancos neutros, libres de oscuridad, llenos de la fortaleza necesaria para generar todo un ramo floral de paz y armonía.
Nuevo Mundo
Nuevo Mundo, que asciende de las profundidades de la naturaleza, en forma de cascada, rompiendo los gruesos muros del pesimismo. Eleva en su rompiente la forma de una paloma como símbolo de paz, devolviendo el optimismo en forma de blanca y majestuosa catarata. Sobre un fondo de violetas con tintes azulados celestes, que añade candidez a la imagen, se centran las figuras personificadas; se iluminan en tonos amarillos, siendo testigos del nuevo mundo, que les aguarda.
